Decálogo de la felicidad: El sabor de la cotidianidad


No existe una formula que nos garantice la felicidad. Cada persona debe buscar su mezcla perfecta, añadiendo y quitando ingredientes al gusto. No obstante, existen algunas actividades que pueden facilitarnos el camino.

1. Sumérgete en la naturaleza. En las últimas décadas la búsqueda del bienestar nos ha llevado a construir grandes ciudades y rascacielos que nos mantienen siempre más alejados de la naturaleza. Sin embargo, las investigaciones en el ámbito psicológico no dejan de mostrar resultados sorprendentes: un simple paseo en la naturaleza no solo reduce nuestros niveles de estrés y mejora nuestro estado de ánimo sino que también nos hace ser más creativos y potencia nuestra memoria.

2. Haz ejercicio físico. “Mens sana in corpore sano”, así reza una cita latina que, gracias a la tecnología, hemos prácticamente olvidado. Sin embargo, lo cierto es que el ejercicio físico libera una serie de hormonas que fomentan la relajación y la satisfacción, aumenta la libido, combate el insomnio y aumenta nuestra autoestima. Por si fuera poco, el ejercicio también nos reporta muchísimos beneficios a nivel físico y mejora cualitativamente nuestra calidad de vida, ayudándonos a prevenir numerosas enfermedades.

3. Pasa tiempo con tu familia y amigos. “El dinero no hace la felicidad”, esta máxima de la cultura popular le ha hecho preguntarse a los investigadores, si el dinero no es la clave de la felicidad, ¿cuáles son los factores que la propician?

En este sentido, encontraron que las relaciones interpersonales son la clave del bienestar emocional, compartir tiempo con la familia y los amigos no solo nos hace más felices sino que también nos reporta otras ventajas: disminuye el estrés y nos hace más extrovertidos y abiertos a las experiencias. Al contrario, otros estudios han relacionado la soledad con mayores probabilidades de sufrir un ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular e incluso, la diabetes.

4. Duerme las horas necesarias. El sueño no solo nos ayuda a recuperar fuerzas sino que es esencial para darle un “descanso” a nuestro cerebro. De hecho, cuando no dormimos suficientemente al otro día solemos mostrarnos irritables, tenemos problemas de atención y de memoria.

Lo cierto es que los beneficios del sueño son prácticamente infinitos: fomenta una emocionalidad positiva, nos ayuda a ser más amables y abiertos ante los demás, mejora nuestra concentración y memoria e incluso nos ayuda a mantener el peso corporal.

5. Expresa la gratitud que sientes. Cuando somos capaces de dar las gracias por todo lo que tenemos, en vez de quejarnos por lo que no tenemos, no solo nos sentiremos más felices sino que también seremos más optimistas y tendremos una propensión a desarrollar actividades que potencien la salud como los ejercicios físicos o mantener una dieta equilibrada.

6. Practica la meditación. No se trata de que te conviertas en un maestro del yoga pero los estudios más recientes que abordan los beneficios de la meditación, han demostrado que esta no solo combate la ansiedad, la depresión y la fatiga sino que incluso incrementa nuestra capacidad atencional, nos ayuda a controlar la ira y mejora nuestras relaciones interpersonales.

7. Ríe. Las personas que usan el humor para lidiar con los problemas cotidianos tienen sistemas inmunes más fuertes, reducen las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular y un ataque cardiaco e incluso experimentan menos dolor físico. Reír debería convertirse en algo obligatorio, casi como esa píldora de vitamina diaria.

Cinco minutos de carcajadas provocan un estado de relajación similar al que se consigue con 30 minutos de técnicas de relajación y, por si fuera poco, estimula la circulación sanguínea y mantiene tónicos los músculos del rostro.

8. Plantéate nuevos desafíos. Las personas que se quedan satisfechas con lo que saben y hacen, es como si se quedaran estancadas. Nuestro cerebro se desarrolla a partir de los nuevos desafíos que nos imponemos, por eso, plantéate aprender un idioma nuevo (no importa si no llegas a hablarlo a la perfección), toma clases de música, lee un buen libro que no se corresponda con tus ideas, inicia un nuevo hobby… Las posibilidades son infinitas y el beneficio que te reportará es incalculable ya que se ha demostrado que las personas que mantienen sus cerebros activos, son más resistentes a todas las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, por solo poner dos ejemplos.

9. Sé optimista. Existe una diferencia entre el optimismo realista y el optimismo ingenuo, este último no nos conduce a ninguna parte pero el primero nos brinda la fuerza necesaria para enfrentar nuevos retos. El optimismo mejora nuestra autoestima, aumenta la autoconfianza y mejora significativamente nuestro estado de ánimo.

10. Da un abrazo. La cultura occidental no es muy dada al roce pero realmente los seres humanos necesitamos sentir el apoyo de los otros y las palabras no son suficientes. Hay quienes afirman que necesitamos al menos cuatro abrazos diarios, no quisiera hacer referencia a un número concreto pero es importante que sepas que los abrazos no solo te pueden hacer más feliz sino que también mejoran nuestro sistema inmune e incluso pueden prevenir la aparición de numerosas enfermedades.

Escrito por Jennifer Temática: Desarrollo Personal

Comentarios

Entradas populares